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“Han sido incontables los momentos en que he acudido a él (Benito Juárez) para pedirle consejo y nunca me ha fallado”. López Obrador, 21 de marzo de 1994. Foto: Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– “…Han sido incontables los momentos en que he acudido a él (Benito Juárez) para pedirle consejo, y nunca me ha fallado, porque Juárez todavía está entre nosotros, todavia gobierna con su ejemplo, qué viva el presidente Benito Juárez García”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al conmemorar el 218 Aniversario de su Natalicio.
De inmediato, no faltó quien dijera que las comparaciones son odiosas, pero cómo no hacerlas.
La anécdota nunca ha podido ser verificada, pero la contó el fallecido escritor Tomás Eloy Martínez hace más de 10 años, en una columna posterior a la primera victoria electoral de Hugo Chávez. “Cada vez que se sienta a la mesa, el presidente electo de Venezuela pide que nadie ocupe la silla que está a su derecha. ‘Esa es la silla de Simón Bolívar -suele explicar- y sólo él tiene derecho a estar allí”, decía Chavéz.
Dicen que el día de la exhumación de los restos de Bolívar, Chávez acudió para cerciorarse que fueran sus restos los que estaban ahí, y que incluso le dijo un verso de Pablo Neruda, y que Simón Bolívar le contestó, o cuando menos eso dijo.
Pero no es sólo el único que ha platicado con sus héroes, también Maduro, pero haciéndolo mediante un pajarito, justo unos días después de la muerte de Chávez. Cuando en una capilla el pájarito le cantó y cuando se fue, sintió que era el comandante dándole la bendición: “hoy arranca la batalla, vayan a la victoria que ahí nos vemos”.
En este caso, López Obrador dijo a especie de despedida, que aunque la labor de gobernar ha sido ardua, también fue tersa y menos difícil, porque Benito Juárez ha sido su referencia y fuente de consejo.
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